Madrid: Dos mujeres y Tres corridas

Eran tan solo las 12 del Día... y recibí tu llamada para saber como estaria el plan del día, a lo que mas presté atención de estar en un país que no conocia... Era la dirección y tu vestimenta... minifalda blanca, blusa de tirantes azul y gafas oscuras... tus zapatillas eran altas, por lo que tus piernas se mostraban muy atrayentes como las mias que cruzadas te esperaban llegar... Era pleno verano y ese restaurant al que me habias citado tenia una terraza en la que podian verme ampliamente el perfil de mi silueta femenina... mis pechos mas que nervioso, estaban extasiados por sentir el gran abrazo que darian y el gusto por besarte las mejillas sin juzgar nada de ti, tan solo robar un poco de tu perfume que delicadamente guardas en tu cuello...

Tu cabello era rojo, tu piel blanca de porcelana y tu sonrisa fué cautivadora, pues me mirabas con un deseo que hasta gotas de cafe rodaron por tus senos de los nervios... tomé tu servilleta y limpie el camino de café que con tanta gracia reiamos por que ambas sabiamos lo que añorabamos... por debajo de la mesa pasié mi pié sobre tu pierna mientras tu prendías un cigarrillo y como una cascada de deseos arrojaste aun lado de ti el humo sin dejar de mirarme...

Cuanta lujuria pasaba por tu sangre y cuanta inocencia te derrochaba, pues eres toda una experta en la materia de seducción y yo tan solo buscaba hacerte sentir bien...

Después de grandes platicas, risas, seducciones discretas... Nos mordiamos los labios por probarlos juntos... pagamos la cuenta, Paseamos por las calles de Madrid, en una escapada por un callejon, pudiste tocar mi cuello, hacer a un lado mi cabello y besaste tiernamente la mitad de mi mejilla y mis labios dejando un poco de tu saliva a mi petición...

Sabias que si sonreia y lamia tu saliva con provocación, era que te aceptaba la invitación a jugar en el cuarto de hotel.

Al llegar, lo primero que adueñaste fue la cama, tu olor a sexo adornaba ese lugar como un altar para la diosa que eras, tus piernitas se abrian y cerraban para mi, no pude resistir la tentación de acariciar tus piernas, besarlas desde los pies hasta llegar muy cerquita de tu rajita humeda que ya palpitaba de ganas por sentir mi lengua juguetear... realmente era deliciosa tu esencia, los besos a tu ombligo te enloquecieron, pues la ropa ya la quitabas con rapidez y la mía de igual manera estaba ya en piso, chupé tus pezones... que tal parecian dos pasas dispuestas a perder su dulzura por saciar mi hambre de ti.

me volteaste boca arriba, besabas de la misma forma sin dejar nada solo... todo parchado de tus besos ardiendo mi piel, tus caricias eran finas, unicas, tal delicadeza de tus dedos al tocarme, ni en mis sueños mas profundos me podia imaginar cuando penetrabas uno y otro, sacabas mi fluido con cierta seducción que al chupar tus dedos, me dejabas casi sin aliento, pues la excitación era extremadamente fuerte, tu cuerpo era mio en ese instante y el mio estaba perdido en ti, te subiste arriba de mí, para hacer un rico 69 y embriagarnos de nuestros deseos, del placer de conocernos por fin sin importar nada mas que llegar juntas al extasis de nuestros cuerpos...

cuando tu sexo se preparaba para el frote de tu clictoris contra el mio y los gemidos de las dos eran mas intensos, tu pasión se desbordó tal furia que los besos se fundian en un intercambio de deseos que al caer tu orgasmo sobre mi cuerpo, te coloque a mi lado y bajé a beber tu fluido como premio a gran actuación, pues ambas eramos parte de nuestra propia escena... me subí arriba de ti y comenzamos a besarnos para disfrutar del siguiente despeje que en unos minutos nos dariamos en la ducha...

Tocan la puerta, entra mi pareja, nos sorprende juntas, extasiadas, llenas de mas ganas, se acerca a mí, para probar tu sexo en mi boca, comienza a desvestirse mientras termina de chuparme toda y poniendome contra su sexo, me penetra riquisimo esperando que veas como me hace venirme una y otra vez al mismo tiempo que tu lengua chupa su verga que entra y mi flujo que sale... Tal sexo prometía mucho mas extasis pues la fiesta la habiamos comenzado sin el, pero al llegar... Vaya que Madrid seria un buen recuerdo para los dos, teniendo tu nombre, tu aroma, tu toque especial... Esa corrida que compartimos y regamos en nuestros cuerpos... las posiciones que hicimos juntos los tres... la ducha, los besos y demas...

Vaya Dama que dá placer a mas no poder...