Ciego encuentro...parte IV

L olita al regresar a la casa, se tumba en la sala y espera encontrar alguna respuesta lógica a la ausencia de esa tan esperada cita...
¿que podrá haber sido más importante para el?-¿Acaso es tan feo que no quiere verme o yo le parecí muy mal vestida?
Sabia que las respuestas no las encontrarían en su cabeza y solo se llenaría de tristeza y no quería eso…
Se levanta del sillón y se mete a bañar… ahí dispone del espacio completo para meditar si podría echar marcha atrás o seguir con esto hasta el final. Acariciaba su cuerpo imaginando ya su encuentro con el en su cuarto de hotel y dejaba sentir todas esas sensaciones que el agua caliente le causaban en su cuerpo extasiado. Lolita quería estar ya con el en la mañana antes de la hora fijada para esperarlo en su cama y sentir su cuerpo de jacoby, fuera lo que fuera... estiraba sus manos hasta tocar la regadera y disfrutaba del sonido que emitía el agua al caer en sus pechos y se paseaba por su esbelta figura hasta caer en el azulejo viejo de su baño…

Al dormir, pensaba en llevar el vestido rojo puesto, las zapatillas y la mascada que había llevado esta noche. Impregnando su perfume natural de jazmín que ella fabricaba en la botica de su madre.
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En la Mañana siguiente, despertó muy temprano y quiso hacer el desayuno para su madre y hermano que poco faltaba para que se levantara y se encaminara a la universidad, le llamaba Yayo, y le dejó un mensaje…

Yayo: Ahí te dejé el desayuno, voy a salir con Marcela, si pregunta mi madre por mí, le dices que ahí hay galletas en el frasco y que el café esta listo para calentar y servir, regreso pronto,
te quiere… Lolis

Al mirar el reloj, se mostró apresurada a ir al Hotel y tomó el camión que la llevaría cerca de el, en el hotel la miraban extraño, ya que no era una buena ocasión vestirse de rojo y zapatillas negras en la mañana y teniendo casi al descubierto la mitad de sus pechos y podía mirarse sus piernas largas y torneadas…

Al bajarse, se topó con un señor que la corriente de botones con maletas le tapó su presencia y solo pudo escuchar un:- “disculpa”-, ella no hizo mucho caso, pues su cabeza iba casi pensando en como iba a esperarlo tanto tiempo…

Se dirigió a la recepción y pidió si había un mensaje para ella, y al regreso de la señorita flaca que atendía, le dijo… -Aquí están las llaves señorita, el señor ha salido y nos dio autorización de que subiera y lo esperara, el regresaba en una hora…-

Mordiéndose los labios carnosos que ansiosos estaban ya de besarlo le dice… -¡Gracias!- Y acepta las llaves…

En el elevador, ella jugaba con su cabello y estaba ya más tranquila de esperar en su recamara y solo sonreía a todos los que entraban…

En su recamara, pudo ver que era una suite de lujo y tenia tres maletas aun lado de su closet y unos libros de literatura griega y solo uno era de política tirados en su cama… Ella se miraba más interesada en quien seria el sujeto que iba a conocer, no tenia miedo de enfrentarse a un desquiciado hombre, por que desde el fondo de su corazón sabia que era una persona normal.

Buscaba entre sus maletas su ropa que era muy estilo europea y quería ver sus papeles, pero solo eran redacciones de unas letras que ella no conocía… ella se golpeaba un lapicero en la boca y pensaba: - quizás se llevó su maleta personal para que no supiera quien es…, bueno, miraremos por aquí…- Ella jugueteaba con los zapatos grandes que tenia arreglados en su closet, miraba su depilador eléctrico y podía ver que ninguna partícula de bello estaba en ella…, Respiraba su perfume que noche tras noche ella deseaba oler, tenia un olor muy varonil que a ella le estaba fascinando… Se quita la ropa, se dirige a darse un baño tibio y abre las ventanas de su cuarto para sentir la brisa del mar en su cuerpo mojado, secando así… por el tiempo que restaba a la hermosa Lolita.