Entrelazados

Si tan solo pudiera encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que mi éxtasis deja explotar, lo haria en un solo color... tan sublime, tan tenue...

Mi corazón aun se agita pensando en aquella noche de entrega, tan loca, tan inesperada... Un amor identificado en un cuerpo desconocido.

Intercambio de fluidos, de sudor, de pudores que se fueron destapando con dulzura, olvidando por horas la melancolía de un amor no correspondido, un amor deseoso de ternura, de esa cachondería reservada para ese juzto momento.

En la radio, sonaba solo las canciones adecuadas para ese cosmico encuentro, tus dedos tocaban mi cuerpo como cuando tocas tu guitarra... acariciabas mi espalda sin tener la duda de que ese camino te llevaria al descontrol.

Los impulsos llenos de sensualidad, abrieron poco a poco la flor que llena de miel, ofrecia su pasión, su manjar.

Tus brazos envolvían mi cuerpo, podía sentir tu sexo pegado a mí, mis pulsaciones iban en aumento cuando recorrias con tus manos tibias mis llamadas imperfecciones, solo cerraba los ojos pensando en que las tocarías sin detenerte a detallar... ¡Cuanto pudor me delató! que al tratar de alejarme de tí, me tomaste de las caderas aferrandome a tí, pues la batalla aun no comenzaba...

Acariciaste mi cabello con suavidad, mientras rozabas tus labios por mi cuello, intimidaste mis pechos que rigidos, perplejos, comenzaban a sentir el calor y el frío de tu respiración, de tus senzaciones... No pude resistir tal seducción... Me dejé llevar...!

Mi sudor en el tuyo...
Tu sexo en el mío...
Nuestros corazones entrelazados...
y la mirada de tus ojos en los mios, conectados al alma.